Fran Jardiel, artista digital que te lleva a otra dimensión, hacia mundos fantásticos. Obras que son magia, son sentimiento puro del artista. Un arte lleno de color, que no te deja indiferente, el cual te hace pensar y sentir.
1. ¿En qué momento comenzó a interesarte el arte y la tecnología?
Desde bien pequeño siempre me ha gustaba el dibujo. Uno de mis sueños era ser dibujante de cómics profesional.
En casa siempre estaba dibujando tirado en el suelo y mis familiares me regalaban cuadernos de dibujo y pinturas, era el regalo perfecto para mi. Con algo menos de 10 años mis padres me llevaron al museo Dali en Figueres, esa visita me marcó profundamente.
Por otra parte, con la tecnología me inicié gracias a mi padre, que siempre le había gustado mucho la informática y un día me instaló un programa de dibujo en el ordenador, para que jugara y probara con él.
Piensa que eran los principios de los 80 y en mi casa ya teníamos ordenador, que no era muy habitual.
2. ¿Cuáles fueron los primeros programas que tocaste?
El primer programa que me instaló mi padre, la verdad es que no recuerdo su nombre, era un programa prehistórico.
La tecnología, tal como la conocemos hoy en día, justo estaba dando sus primeros pasos. Aquel programa de dibujo ocupaba 4 diskettes flexibles y para instalarlo tardabas una eternidad y no tenía la cantidad de pinceles que podemos tener ahora.
Siempre he tenido facilidad para aprender nuevos programas. Con el paso de los años la tecnología fue avanzando y fui probando otros programas. Cuando estaba en el instituto, ya coloreaba mis propios cómics con “Corel Draw” y me los publicaban en una revista local.
Por aquel entonces, acabé dando talleres de artes en mi antigua escuela durante un año, eso fué antes de cumplir los 18 años. En concreto, enseñaba a pintar de forma digital con el “DeLuxe Paint III”.
3. ¿Cuál es tu formación a nivel artístico?
Después de acabar Bachillerato artístico. Empecé Bellas Artes en la universidad de Barcelona, aunque solo cursé el primer año, me esperaba encontrar un ambiente más bohemio, me imaginaba un entorno donde poder hablar con los compañeros todo el día de arte y generar cosas juntos.
Los únicos bohemios allí éramos mis 4 amigos y yo, allí lo único que teníamos eran jubilados que habían vuelto para acabar la carrera, señoras que querían aprender a pintar y niños que aún no tenían la mayoría de edad y que solo pensaban en ir de fiesta en fiesta…
No era el ambiente que esperaba, vamos que me desencanté pronto. Conocí compañeros mayores que yo que ya habían estudiado ilustración antes, y deje la carrera para buscar otro camino.
Mi pareja, que estaba estudiando diseño gráfico en la Escuela municipal de Artes Illa de Sabadell, se enteró de que ese mismo año iban a empezar a impartir Ilustración en ese mismo centro, entonces me decidí por el módulo de ciclo formativo superior en ilustración.
Estos fueron los mejores años de mi vida, ya que lo que más me motiva es formarme y aprender nuevas técnicas.
4. ¿Con qué programas, o qué herramientas utilizas para trabajar tu obra?
Sobre todo con Photoshop. Soy un enamorado de este programa, llevo familiarizado con él desde que me lo enseñaron en la escuela de artes, y de eso hace ya casi 20 años. Es casi como un juego para mi, me paso horas y horas delante de la pantalla experimentando con todas las posibilidades de este programa.
En mis primeros fotomontajes utilizaba únicamente fotografías de mi propiedad, pero con el paso del tiempo, dentro de mi trabajo como fotógrafo, me acostumbré a tener que editar fotografías de otros y me di cuenta que no merecía la pena invertir tanto tiempo en realizar mis propias fotografías, así que por cuestiones prácticas, he acabado usando fotografías de stock que se adaptan bien a mis ideas.
Todavía no me he acostumbrado a trabajar con tabletas gráficas, no necesitas un gran equipo para hacer imágenes complejas, yo mismo, solo con un ratón y el Photoshop puedo hacer imágenes con infinidad de detalles.
5. ¿Cómo acabaste haciendo arte digital?
Estaba estancado en el estilo cómic, pero en la escuela de artes nos animaban a probar con otras formas de expresión más artísticas. Me enseñaron que aunque tengas tu propio estilo, también es importante tener la posibilidad de poder mostrar tu talento con otras herramientas y con otros estilos.
Como proyecto final de fotografía, fui al museo de zoología de Barcelona para realizar un reportaje, donde le quise dar otra vuelta a mis fotografías analógicas y empecé a editarlas con la ayuda del Photoshop, y así fue como empezaron mis primeros fotomontajes.
Tras acabar mis estudios en la escuela de arte, comencé a llenar mi portfolio con mis fotografías analógicas, mis ilustraciones, grabados y mis primeros fotomontajes… mostrando así una variedad de estilos y técnicas. Me fui de editorial en editorial, tanto en Barcelona como en Sabadell, pero el mercado estaba muy saturado.
Entonces, por temas tanto personales como profesionales, acabamos en Huesca. Nos gustaba la vida tranquila de la ciudad, estaba parte de nuestra familia, y bueno en algún sitio había que empezar, y ahí acabé trabajando en un estudio de fotografía digital.
En la escuela de artes aprendí a manejar el Photoshop con sus herramientas principales para ilustrar, y en el estudio de fotografía aprendí todas las herramientas que ofrece Photoshop para la fotografía, así que era un proceso natural acabar fusionando la fotografía con la ilustración en un nuevo concepto.
6. ¿Quién te dio tu primera oportunidad expositiva?
Fue en la Escuela de Artes de Sabadell, allí tenía un buen ambiente creativo, éramos el primer curso de ilustración de la escuela de artes, con una clase de tan solo 8 alumnos, muy bien avenidos todos, era casi como una familia. A todos nos encantaron las clases de técnicas tradicionales y en concreto nos entusiasmaba el grabado. Entonces, nuestro tutor, el ilustrador christian inaraja, nos animó para hacer nuestra primera exposición conjunta de grabados en un pequeño local, que más tarde la escuela consiguió que esta fuera itinerante.
7. ¿Cómo definirías tu arte?
Mi obra soy yo. Igual que un espejo sirve para vernos el rostro, el arte sirve para reflejar nuestra alma. En mis trabajos vuelco mis fantasías, mis frustraciones y mis miedos. Entiendo que el arte es sentimiento puro y duro. Mi obra es mi estado mental, mi estado emocional en el momento de crear la obra.
Aunque tengo un estilo, más o menos propio, no quiero encasillarme, ni hacer solo un tipo de obra y extenderla a lo largo de mi vida. Intento experimentar con otros acabados, otros medios y temas. Pero si puedo definirlo de algún modo, me quedo con la etiqueta “surrealismo pop”, ya que siempre me he rodeado de cómics, del cine de terror y ciencia ficción, el Heavy-metal y las portadas de discos…y todo ello ha influenciado en mi obra.
8. Desde el punto de vista del marketing, ¿cómo venderías tu obra? Siendo un arte tan personal, a muchos artistas les cuesta poner precio a su obra, ya que lo sienten como algo suyo. ¿Qué opinas?
Es un punto difícil, es una ilusión que lleva uno dentro, es una forma de terapia, uno crea porque le hace feliz, cuando te dicen ponle valor a esto; la verdad es que no tengo ni idea, es difícil poner precio a algo que te nace de dentro, tú creas porque es tu necesidad.
A mí concretamente, lo que más ilusión me hace es ver una obra mía puesta en una portada o en cualquier otro sitio, porque le das una funcionalidad al arte. Al principio no sabes por qué sientes la necesidad de ser creativo, te diviertes cuando lo haces, y después te preguntas “¿ y ahora qué?”.
Cuando la gente empieza a valor tu obra de verdad y te llaman para encargarte un trabajo, es el momento en él que empiezas a poner precio a tu obra y entonces le ves una utilidad al tiempo que le dedicas a la creatividad.
9. Algunas de tus creaciones, nos recuerda al artista, H.R. Giger creador del diseño de Alien, entendemos que te ha influenciado, sientes además la influencia de otros artistas o tendencias?
H.R. Giger, me encanta, me enamoré de su obra desde el primer momento que vi “Alien, el octavo pasajero”. Lo que él hacía ya no era solo arte, sino que, por su participación en esta película, se convirtió en un referente dentro de una subcultura generacional. Mis obras y creaciones tratan de toda esta subcultura, el movimiento Freak y el surrealismo pop.
Un arte que aún no tiene cabida ni representación masiva en los museos, pero es el tipo de arte que se encuentra por todas partes, es más urbano y más popular.
Además de Giger, que con sus pinturas al aerógrafo, es más analógico, me interesan muchos artistas que se dedican a todo lo que rodea las tendencias en el arte digital, como por ejemplo la obra de Dave Mckean, que para mí es uno de los artistas pioneros del arte digital y la técnica mixta. Siendo ilustrador y viniendo del mundo del cómic como él, me siento muy reflejado, y me gustaría llegar a la calidad en el estilo y en la técnica que él ha conseguido, o al menos acercarme un poco.
10. ¿Qué dificultades te has encontrado cómo artista digital?
Aunque parezca que hoy en día sea más fácil difundir tu trabajo en las redes sociales, para mi la realidad no es así, encuentro que hay dificultades, y me quiero explicar con esto.
Cuando te adentras en las redes sociales, para mostrar tu trabajo, te das cuenta de la magnitud del abismo. Hoy en día hay demasiados artistas, todos queremos ser artistas, es cierto que la creatividad la llevamos muchos dentro.
Seas mejor o peor, todo el mundo tiene derecho a expresarse artísticamente, pero de golpe te ves tu mismo en las redes contra todo el mundo, con tanta competencia, que piensas cómo puedes hacer algo de ruido entre todos ellos para destacar y darte un poco de visibilidad. Olvidamos que los perfiles no son solo números de likes y seguidores, detrás de esos perfiles hay personas con sentimientos y sueños.
Quizás sea que tampoco soy experto en marketing, y no he sabido sacarle demasiado provecho. También es cierto que muchas veces a los creativos, nos cuesta ser comerciales con nosotros mismos, nos cuesta vendernos, y nos cuesta poner precio a nuestras obras.
No quiero decir, que las redes sociales no me hayan ayudado a dar a conocer mi obra, ya que me han salido oportunidades y algún que otro encargo a través de ellas, pero entre sentarme y crear obra, o sentarme y publicar obra, prefiero la primera opción.
11. ¿Qué supuso para ti la nominación cómo “mejor portada” en los premios de la música aragonesa en el año 2016 por la portada del disco “Uno” de la banda zaragozana Cube?
Cuando me dijeron que estaba nominado fue una gran sorpresa. Estuve nominado entre las 4 mejores portadas de ese año en Aragón.
La verdad es que me pilló por sorpresa, a día de hoy desconozco el proceso de cómo llegaron a dar con la portada o quienes apostaron por ella. Aunque no tuvo mucha repercusión a nivel de promoción como profesional, supuso un gran impulso a nivel emocional, me animó a seguir creando y a confiar en mi mismo.
12. ¿En qué lugar te haría ilusión exponer?
Agradezco las tardes que tengo libres, donde me dedico a dar paseos y a visitar museos. Un lugar que me encanta y donde paso horas es eI IAACC Pablo Serrano, me gusta que la entrada es libre y gratuita, eso lo valoro, porque pienso que el arte es cosa de todos, no solo del que pueda pagar una entrada. Este tipo de museos, tan abiertos a la divulgación del arte y sus autores, es donde uno quiere de ver su obra expuesta.
13. ¿Qué consejo darías a aquellos jóvenes artistas que están comenzando su trayectoria en el mundo del arte digital?
Lo principal es que se diviertan, que experimenten, que se encuentren a ellos mismos, pero sobre todo el mayor consejo es que se formen. Hay que seguir formándose cada día porque las tecnologías avanzan muy rápido.
No hay que obsesionarse con las últimas tendencias en tecnología, es solo la herramienta. Pero si te quieres dedicar a esto hay que estar al corriente de los cambios, ya que el arte ligado a las tecnologías cada vez tiene más presencia, y está aquí para quedarse.
Beatriz Casalod (NTARTE)