Al este de París, entre Bastille y Nation, una antigua fundición de hierro convertido en la actualidad en un museo de arte digital, abrió sus puertas el 13 de abril a la exposición Atelier Des Lumieres, donde hasta el 11 de noviembre lleva al visitante a una aventura sensorial única.
A mi cómo apasionada del arte, me pareció una experiencia inigualable, he visitado varias exposiciones en mi vida; pero ninguna se ha parecido a lo que yo viví durante más de dos horas.
Desde el momento que llegas, ya sorprende la entrada del Atelier, un estilo un tanto modernista. Seguidamente al entrar en el hall te encuentras con una breve descripción sobre qué es el Atelier y el objetivo del mismo, que es conseguir que el visitante esté inmerso en el arte mediante las nuevas tecnologías.
La entrada cuesta 15 € un precio que al principio puede sorprender, pero qué tras haber vivido la experiencia, desde luego lo vale.
Nada más entrar sorprende la monumentalidad del edificio, entras a oscuras pero prácticamente nada más al acceder al espacio, 140 videoproyectores entran en acción más una sonorización espacializada. Se trata de un equipamiento multimedia único en su estilo, que se adapta a los 3 300 m2 de superficie, del suelo hasta el techo, y paredes de hasta 10 metros.
Como podéis ver, por sus dimensiones podemos estar hablando de una exposición XXL, que puedes ver en paredes, techos y suelos, viéndola también reflejada en ti mismo, tal y como si estuvieras inmerso en la obra y formaras parte de ella.
En el Atelier, aparecen dos programas uno corto y uno largo, siendo el del artista Klimt, el protagonista donde se pueden admirar algunas de sus obras más famosas como “El beso”.
No hay ningún protocolo para disfrutar de la exposición, puedes estar sentado, tumbado, de pie, recorrer el espacio a tus anchas, permanecer el tiempo que estimes oportuno, puedes verlo a diferentes alturas…sólo tienes que sentir el arte lo que ves y lo que escuchas.
Como consejo os recomiendo que veáis como mínimo las proyecciones dos veces, la primera te impacta tanto que quieres verlo todo, en todas direcciones que incluso puede llegar a agobiarte porque ves que no alcanzas, una vez que te aclimatas a la experiencia; en la segunda proyección es cuando ya lo disfrutas y te empapas de la obra.
Es una exposición dirigida a todos los públicos, ya que los niños pueden disfrutar, no están obligados a sentarse, y puedes entrar y salir cuantas veces quieran del entorno expositivo.
Desde luego es una exposición que si vas a ir a Paris de aquí al 11 de noviembre ¡¡No te la puedes perder!!
Para más información https://www.atelier-lumieres.com/ o mediante el hashtag #AtelierLumieres
Beatriz Casalod (NTARTE)